La Equinácea es una planta herbácea perenne de la familia de las asteráceas. Debe su nombre “echi” a la parte central de la flor, en forma espinosa. La parte activa de esta planta son las partes aéreas, que contienen alquilamidas, derivados del ácido cafeico (sobretodo ácido achicórico y tartárico), polisacáridos (arabinogalactanos, xiloglucanos y pécticos), así como flavonoides, aceites esenciales, poliacetilenos y ácido hidroxicinámico.
Tradicionalmente, la equinácea se ha utilizado como coadyuvante en el tratamiento y la profilaxis de infecciones recurrentes crónicas del tracto respiratorio superior (como el resfriado común), así como el tracto urogenital.
